MANEJO DE LA ATENCIÓN
Objetivos de la sesión:
1 - Comprender la naturaleza de la atención y su importancia en la percepción del dolor.
2 - Valorar como manejamos la atención en las actividades diarias.
3 - Aprender y practicar técnicas de manejo de la atención (basadas en la distracción e imaginación)
1 - Naturaleza de la atención y su papel en la percepción del dolor (y demás síntomas)
La atención es la capacidad que nos permite centrarnos en estímulos determinados sin ser distraídas/os por otros estímulos internos o externos. Es decir, es un enfoque de la actividad mental en algo concreto.
La atención se caracteriza por:
* Es selectiva - "Elige" que estímulo escoger que suele ser el más nuevo, el más intenso o el que nos emociona o perturba.
* Es limitada - No se puede atender de forma adecuada a dos estímulos a la vez (como ya es conocido con mayor dificultad en hombres)
* Es controlable - Normalmente funciona de forma "automática" pero nosotros podemos reconducirla y darle órdenes, incluso en condiciones desfavorables (ej. durante una fase de dolor intenso)
¿Cómo puede influir la atención en el dolor y demás síntomas?
El dolor es un estímulo muy poderoso (es intenso, emocional y muy perturbador) y capta toda nuestra atención, y como la atención es limitada, nos roba la oportunidad de poder aplicarla en otras cosas.
Se considera que la atención centrada en el dolor "abre la puerta" a la percepción del mismo y puede incrementarlo. Incluso parece "robarnos" hasta nuestra propia identidad que se diluye en el dolor ("cuando me duele mucho, no puedo hacer otra cosa y casi me olvido de quién soy o donde estoy")
Todo esto parece estar claro y es nuestra propia vivencia diaria, pero es importante que comprendamos que PODEMOS TOMAR EL CONTROL DE NUESTRA ATENCIÓN. Es decir, el dolor está ahí pero somos capaces de ponerle límites para que no nos invada por completo. No nos enfrentamos directamente a él (es muy difícil e incluso contraproducente intentar no pensar en el dolor) sino que utilizamos "mano izquierda" - estrategias más sutiles para lograr un "control sin controlar". Estamos así limitando el impacto del dolor y demás síntomas sobre nuestra vida mediante el desvío de la atención hacia otros estímulos diferentes que sean menos angustiantes y fastidiosos.
2 - Valorar el manejo de la atención en la vida diaria.
Cuando analizamos lo que hacemos para manejar la atención durante el día, en general, observamos que o bien hacemos algo distinto que "nos aleje del dolor" (distracción) o bien intentamos pensar en otra cosa (imaginación). Ni mucho menos son las únicas formas de lograr un cierto control sobre el dolor (no lo elimina, no es este su objetivo, sino disminuirlo para hacerlo más soportable) pero tienen la ventaja de ser de "uso diario e intuitivo" y, por tanto, relativamente fáciles de aprender o perfeccionar (no son algo "externo" a nuestra vida)
Para que estas técnicas sean eficaces requieren de practicarlas de forma consciente y de explorarlas para personalizarlas, es decir, para adaptarlas a nuestra forma de ser y de actuar, así como a las distintas situaciones que puedan surgir. De preferencia elegiremos las que nos resulte más beneficiosa en nuestro caso.
3 - Practicas de manejo de la atención basadas en la distracción e imaginación.
A - Ejercicio de distracción - Los puntos focales.
Un punto focal es un objeto, un pensamiento o una sensación que domina nuestra atención ("nos obsesiona y no podemos dejar de pensar en él"), de forma que todo lo que quede por fuera del enfoque se sitúa en "un segundo plano" o es invisible.
Los puntos focales pueden ser externos (objeto, sonido....), mental (pensamiento, ideas, imágenes....) o corporales (sensaciones no dolorosas que provienen de nuestros órganos o funciones fisiológicas...)
El ejercicio - en esencia - consiste en desplazar nuestra atención centrada en el dolor u otro síntoma que nos incomode hacia otro punto focal distinto.
1º Realizamos una breve relajación (tensión - distención muscular o respiración abdominal, etc)
2º Fijamos la atención en un punto focal externo que nos guste o que tengamos a mano. Si lo hacemos con los ojos abiertos podemos fijarnos en cualquier objeto de la habitación o del lugar en que estemos. Si es con los ojos cerrados, porque así nos concentramos mejor, puede ser cualquier sonido.
Durante 2 minutos aprox intentamos seguir con la atención puesta en ese punto focal animándonos mentalmente a ello ("céntrate tranquilamente...es solo un poco de tiempo....deja lo demás por un momento...").
3º Fijamos ahora la atención sobre un foco mental (una imagen, una idea, un relato...) con los ojos cerrados.
4º Por último, la fijamos sobre un foco corporal que no sea el dolor o el síntoma que nos agobia (puede ser cualquier sensación que venga del cuerpo o centrarnos en alguna parte del mismo y "descubrir" las sensaciones que percibimos).
Una vez terminemos debemos comentar con nosotros mismos los resultados, es decir, si ha sido eficaz (¿ha disminuido algo el dolor?, por ejemplo); cuáles han sido los focos elegidos (tiene interés porque si se repiten en varias sesiones nos puede ayudar a elegir "los que nos son propios") y que esfuerzo hemos tenido que hacer para "dominar" la atención.
Todo esto al principio puede ser difícil porque con frecuencia se producen interferencias de otros pensamientos o imágenes ajenas al ejercicio (no debemos agobiarnos por ello, es normal y simplemente hay que dejar "que se vallan" con un poquito de ayuda); también pueden surgir resistencias a "dejarse llevar" (pero no debemos tener miedo ya que solo estamos utilizando NUESTRA atención para experimentar y como elemento de mejora y no vamos a perder el control o algo por el estilo)
Ni que decir que requiere de práctica y de una actitud abierta para concedernos tiempo para ir "aprendiendo" (lo que quiere decir equivocarse, desesperarse, pensar que no sirve de nada....pero volver de nuevo a practica con un gran cariño y paciencia hacia nosotras/os mismos)
B - Ejercicio de imaginación - Transformar la imagen del dolor.
La ventaja de esta técnica es que la imaginación siempre está con nosotros, que no necesitamos de "ningún artilugio" externo.
(Por favor, si os gusta leer, no os perdáis el libro "El vagabundo de las estrellas" de Jack London - Si alguien me lo pide se lo puedo enviar en documento Word o PDF, solo son 153 maravillosas páginas)
Lo que vamos a hacer es conocer, explorar y usar las técnicas de transformación imaginativa del dolor con el fin de disminuir o hacer menos angustioso el dolor. Puede utilizarse, por ejemplo, cuando no nos funcione la técnica del punto focal.
Esta herramienta es muy potente sobre todo cuando la ADAPTAMOS a nuestras propias características, es decir, personalizarla.
Es importante realizarla con libertad y tranquilidad dándonos "el placer" de hacer y experimentar por nosotras/os mismas/os.
1º Debemos centrarnos en encontrar un color o un tono (por ejemplo, en escala de grises) del dolor o síntoma que sentimos y con el que queremos trabajar.
2º Poco a poco lo vamos cambiando a otro que en ese momento nos guste o apetezca más.
3º Centrarnos en sentir cualquier diferencia en la calidad del dolor (ej: ¿es menos punzante o angustioso?...)
4º Finalizamos con suavidad y estirándonos "cariñosamente" (como una gata o gato).
Una vez terminada la práctica, debemos hacer un balance y preguntarnos sobre su eficacia y el esfuerzo que hemos tenido que realizar.
No hace falta advertir que precisa de practicar para lograr los mejores resultados y de una capacidad de exploración propia con una mente abierta.
Es frecuente que encontremos dificultades, como por ejemplo, en encontrar un color (en este caso centrarnos en un tono) o simplemente en imaginar (se irá "abriendo" con la práctica). Así mismo son frecuentes las resistencias por incredulidad ("¿esto va a servir para algo?" - recordad que estas técnicas se utilizan desde hace muchos años y con buenos resultados en paciente con cáncer cuando reciben quimioterapia: en este caso "imaginan" como el medicamento va al lugar adecuado y acaba con las células malignas) o por suspicacia ("jugar" con la imaginación no quiere decir que el dolor no es real).
Tareas para casa
Para consolidar las habilidades adquiridas en la sesión, elige uno de los 2 ejercicios (punto focal o trasformación de la imagen del dolor) e intenta practicarla a diario hasta que nos veamos de nuevo. Te recomiendo que empieces a utilizarlas en momentos en que el dolor (u otro síntomas molesto) sea tolerable (no demasiado intenso).
A - Práctica de la distracción:
1 - Escoge cualquiera de las actividades diarias y hazla lo más conscientemente que puedas.
2 - Registra la actividad elegida, el grado de dolor (u otro síntoma) en ese momento y el éxito en mantener la atención
Ejemplo
Fecha Actividad Síntoma - Éxito +
(Leve-Moderado- Intenso) 0 1 2 3 4
9/9/11 Duchándome M 2
(sentir la tª del agua; como se desliza por el cuerpo;
el olor del jabón; como los músculos se relajan; el bienestar....)
B - Práctica de la transformación del dolor:
1 - Pon una imagen a tu dolor que concuerde más o menos con la sensación que tienes (un color; imagen mental; tª; niebla...)
2 - Transforma la imagen poco a poco en otra que te agrade más.
3 - Realiza el ejercicio 2 veces al día e intenta registrarlo.
Ejemplo
Fecha Imagen Síntoma - Éxito +
(Leve-Moderado- Intenso) 0 1 2 3 4 10/9/11 Cambio de color Intenso 3
del cansancio de negro a verde